30 nov 2011

Para pensar: Viktor Frankl



“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”


El mejor ginecólogo.


Una mujer muy asustada llega al consultorio de su ginecólogo y le dice:

- Doctor: por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio. Mi bebé aún no cumple un año y ya estoy de nuevo embarazada. No quiero tener hijos en tan poco tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro...

El médico entonces le preguntó:

- Muy bien entonces, ¿Qué quiere que yo haga?

Ella respondió: - Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su ayuda.

El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo de silencio le dice a la mujer:

- Creo que tengo un método para solucionar el problema y es menos peligroso para usted.

La mujer sonrió, pensando que el médico aceptaría ayudarla. El siguió hablando:

- Vea bien señora, para no tener que estar con dos bebés a la vez en tan corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que está en sus brazos. Así usted podrá tener un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca. Si vamos a matar, no hay diferencia entre uno y otro. Y hasta es más fácil sacrificar a éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún riesgo.

La mujer se asustó y dijo: - ¡No doctor! ¡Qué horror! ¡Matar a un niño es un crimen!
- También pienso lo mismo señora, pero me pareció usted tan convencida de eso, que por un momento pensé en ayudarla.

El médico sonrió al ver que la lección había surtido efecto. Convenció a la madre que no hay menor diferencia entre un niño que ya nació y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en el seno materno. ¡EL CRIMEN ES EL MISMO!


28 nov 2011

El sabio del pueblo.


El era un sabio bien sabio.  Todo el pueblo lo buscaba, con sus penas y problemas, con sus angustias y deseos, con sus dudas y preguntas.  El siempre tenía una respuesta o una palabra de consuelo, porque era buen observador y sabía escuchar como ninguno.
Ella era la niña más traviesa de la comarca, lista para bromas y trampas, presente en cada pleito callejero e incansable para hacer sus diabluras.

Un día decidió enfrentarse al sabio.  Se dijo: “Voy a coger a un pajarito del nido que he descubierto allá en el roble más vetusto y llevárselo entre mis manos.  A la pregunta “Qué tengo en mis manos?” seguramente contestará “Un pajarito”, pero le voy a hacer una segunda pregunta ¿Está muerto o está vivo?.  Si el sabio contesta “está muerto”, abriré mis manos para enseñar el pájaro vivo.  Si me dice “está vivo”, aplastaré al pajarito antes de abrir mis manos.  De cualquier manera él se va a equivocar”.   Parecía un plan impecable y luego lo llevó a la práctica.  Un poco más tarde se presentó ante el sabio con las mejillas rojizas, la ropa manchada de musgo y un pajarito asustado entre las manos.

“Dime, sabio, qué tengo en mis manos”.  Directamente a lo que iba.
“Bueno, niña, un pajarito asustado”.
La respuesta esperada.
“Muy bien, hombre sabio,  pero dime, por favor:  ¿Está vivo o muerto?.  La niña no pudo evitar el brillo de triunfo en sus ojos, ni la tensión en las manos.
El hombre se quedó viendo a la niña con una mirada triste y dijo suavemente:  
                   “La respuesta está en tus manos”


23 nov 2011

Gratitud...


Hace tentativamente un mes,  me levante pensando en que sería un día común y corriente, me desperté, me bañe y me arregle para ir a la escuela como acostumbro hacerlo todos los días, entre a mis clases, platique con mis amigos y todo marchaba como de costumbre, al finalizar mi horario de servicios en el centro en que laboro (por así decirlo), se acerca a mí caminando lentamente una chica sumamente sensual, con una sonrisa que  hipnotizaba y una mirada que me erizaba, ella tomo asiento junto a mí y comienzo a entablar conversación con una compañera acerca de una situación la cual no recuerdo con exactitud ya que su perfume desviaba mi atención, solo recuerdo que intervine en la plática para llamar su atención, después de un rato, terminamos conversando ella y yo de varias cosas de la vida, trascurrido varios minutos se levantó diciéndome que tenía que marcharse a su clase, en el momento en que la vi partir, sentí un impulso de jalarla hacia mí, pero las piernas no me reaccionaban, así que lo único que se me ocurrió decirle en ese momento fue:
Hey el próximo fin de semana saldremos, ok!!

Ella me miro con una cara de rareza, más sin embargo acepto, a partir de ese día ella y yo comenzamos a construir una historia juntos, actualmente somos novios,  hoy me pongo a pensar que ese día no fue nada común ni corriente, al contrario fue uno de los días mas especiales de mi vida, además aprendí una lección, aprendí que ningún día es “común y corriente”, aprendí que cada día puede sorprenderte y en cada uno hay algo especial, solo hay que tener puestos los anteojos indicados para verlo, eso me recuerda una anécdota de mi amigo Nasrudín, la  historia va más o menos así:

Cierto día, mientras Nasrudín trabajaba en su granja, una espina penetro su sandalia alcanzando a dañar el pie. Increíblemente él dijo: “¡Gracias dios mío, gracias!” y prosiguió:
“¡Es una bendición que el día de hoy no trajera puestas mis sandalias nuevas!”


21 nov 2011

¿Crees en las hadas?


Hace poco me encontraba navegando por  Internet y me topé con la maravillosa historia de dos niñas fantásticas (con todo el sentido de la palabra),  Elsie Wright de 16 años y su prima Frances Griffith de tan solo 10, estas niñas fotografiaron hadas una tarde de julio de 1918, la historia va más o menos así.

Una tarde de julio de 1918, Elsie y su prima Frances, dijeron haber fotografiado hadas en el fondo de su jardín.
Elsie  pidió prestada a su padre la cámara fotográfica, ya que deseaba hacerse unas fotografías con su prima Frances junto al arroyo que había en el fondo del jardín. Quería enviárselas a una prima suya y el señor Arthur Wright, padre de Elsie, se la dejó, con la condición de que no se la estropearan.
Las niñas se marcharon muy contentas y cuando regresaron, algunas horas después, se la devolvieron intacta pero con unas cuantas impresiones marcadas en las placas.
Nada parecía indicar que las muchachas hubiesen hecho algo que no fuera jugar y divertirse como de costumbre. En la noche, el señor Wright se dedicó a revelar las fotografías y descubrió que en los clisés aparecían unas extrañas manchas blancas que se anteponían al rostro de Frances. Cuando le preguntó a Elsie qué creía que podía ser, ésta aseguró que eran sus amigas las hadas, el Sr. Wright se rió con la ocurrencia y las arrinconó pensando que las manchas podrían ser hojas o papeles arrastrados por el viento.



Transcurrido unos días, ya en el mes de agosto, la cámara fotográfica volvió a manos de las niñas y de nuevo el señor Wright se sorprendió al encontrar otra mancha blanca en el clisé. En esta ocasión, se veía a Elsie junto a lo que parecía ser un duende. Convencido de que las niñas pretendían tomarle el pelo, les prohibió volver a hacer uso de la cámara.
Con el tiempo, la historia de las fotografías de las hadas pasó al olvido, hasta que un día, al verano siguiente, la señora Polly Wright, muy aficionada al ocultismo, asistió a una reunión de la Sociedad Teosófica de Bradford, en la que, precisamente, se estaba debatiendo la existencia de las hadas.
Polly, recordó entonces las extrañas fotografías de su hija y sobrina, y lo comentó ante algunos asistentes que pronto tomaron interés en verlas.
En el Congreso de teosofía que se celebró poco después, dos de aquellas fotografías de hadas fueron pasando de mano hasta que Edward Gardner, uno de sus miembros más destacados, las consideró de vital importancia y llevó a la prensa para su publicación.


A la sazón, Gardner, que veía en el revelado de Arthur Wright poca calidad, creyó conveniente sacar nuevos negativos de los originales, y se los llevó al fotógrafo Fred Barlow, para que hiciera de ellas copias más claras y limpias.
Sir Arthur Conan Doyle, padre del famoso personaje de ficción, Sherlock Holmes, tomó interés en hacerse con las fotos y tras conseguirlas, escribió un artículo en el Strand Magazine, tratando el asunto de las hadas. La discusión, había comenzado en las calles.
Al principio, sir Conan Doyle, desconfiaba de las fotografías y por ello se las enseñó a sir Oliver Lodge, gran autoridad en las investigaciones psíquicas En Gran Bretaña, que las consideró un truco. Para él, aquellas figuras no eran más que “bailarinas vestidas de hadas.
Uno de los argumentos de los investigadores que tuvieron acceso a las fotos, y que negaban que pudieran ser ciertas, era el extraordinario parecido que tenía el peinado de las supuestas hadas con las modas parisinas del momento.
Sin embargo, para aquellos que las consideraban auténticas, el hecho de que las figuras aparecieran movidas, demostraban que las criaturas estaban vivas en el momento en el que se impresionaron en el clisé.
La empresa de fotografías, Kodak, decía que los clisés habían sido retocados por un hábil falsificador, pero para Conan Doyle, que visitó a la familia Wright, ya no cabía duda de que eran ciertas, a tenor de lo respetable y honesto que le habían parecido los señores Wright. Entre defensores y detractores, la balanza se inclinó a favor de los primeros y la prueba de la existencia de los “espíritus de la naturaleza”, quedaba demostrada con estas fotos.
Pero los detractores seguían siendo muchos y por eso Gardner entregó a las niñas, en agosto de 1921, unas cámaras fotográficas, con sus placas correspondientes, con la que realizar nuevas impresiones de las hadas. Elsie y Frances recibieron del teósofo un cursillo completo sobre profundidad de campo y tiempo de exposición, y la caza de elementales volvió a empezar. Pero lo que las niñas no sabían, era que las placas tenían marcas secretas, que impedirían cualquier truco o sustitución.
A los pocos días, Gardner recibió una carta de la señora Polly Wright, en la que decía: “El tiempo estuvo nublado y brumoso toda la mañana y no pudieron tomar fotos hasta la tarde, cuando se disipó la niebla y salió el sol. Así que las dejé y fui a tomar el té con mi hermana. Cuando volví quedé bastante desilusionada: sólo habían podido fotografiar a dos hadas”.


Las fotografías fueron de nuevo publicadas en el Strand Magazine, y la polémica volvió a reabrirse. Muchos afirmaban que las fotos no podían ser ciertas pues en ellas se veía a la “gente menuda” con un vestuario demasiado estereotipado. Gardner, en cambio, les replicó diciendo que las hadas de la tradición y las hadas observadas mediante la clarividencia aparecían siempre con las mismas vestiduras. “Lo sorprendente –Afirmaba- Sería que fueran diferentes”.
En una entrevista concedida a la BBC-TV, en 1971, Elsie, ya una anciana, declaró que las fotografías eran auténticas aunque ella no podía afirmar sobre la Biblia que las hadas estuvieran realmente allí, pero a principios de los años ochenta, el editor del periódico The British Journal of Photography, Geoffrey Crawley, publicó un artículo en el cual se afirmaba que Elsie y Frances habían confesado finalmente al periodista Joe Cooper, que al menos cuatro de las fotografías habían sido trucadas.
Muchos defensores de las fotos, afirmaron que esta declaración fue debida a que las dos mujeres habían recibido demasiadas presiones de la gente durante mucho tiempo, y que ese fue el motivo de la negación.



La verdad es un caso muy interesante, que me deja mucho que pensar, ya que falsas o no, no podemos negar que al leer esta historia por más escépticos que podamos ser, hay algo que nos mueve y nos hace de cierta manera creer.
La imaginación de estas niñas sobrepaso fronteras, las fotos han dado vueltas por todo el mundo, miles y miles de personas han visto y juzgado dichas imágenes, esto nos pone en tela de juicio en que si necesitamos ver para creer o creer para poder ver, esto me recuerda una historia contada por mi maestro asesor, sobre unas carabelas, pero esa es otra historia que después contare.
Pese a lo que se diga al respecto de estas fotos y de las niñas, si ellas llegaran conmigo y me dijeran que han visto hadas, yo les creería.

19 nov 2011

Para pensar...



“Si la mente puede ir más rápido que la velocidad de la luz y la velocidad del pensamiento es mucho más ágil, entonces una idea puede pasar las barreras del tiempo y el espacio”

18 nov 2011

Nasrudín siempre elije mal.


Todos los días Nasrudín iba a mendigar al mercado, y a la gente le encantaba verlo hacer el papel de tonto con el siguiente truco: le mostraban dos monedas, una que valía diez veces más que la otra. Nasrudín siempre elegía la de menor valor.
La historia corrió por el condado. Día tras día, grupos de hombres y mujeres le mostraban las dos monedas, y Nasrudín siempre se quedaba con la de menor valor.
Hasta que apareció un señor generoso, cansado de ver cómo ridiculizaban a Nasrudín de esa manera. Lo llamó a un rincón de la plaza y le dijo:

- Cuando le ofrezcan dos monedas, elija la de mayor valor. Así tendrá más dinero, y los demás no lo considerarán un idiota.

- El señor parece tener razón -respondió Nasrudín. -Pero si yo eligiera la moneda más valiosa, las personas dejarían de ofrecerme dinero para demostrar que soy más idiota que ellas. Usted no sabe cuánto dinero tengo reunido, usando este truco.

“No tiene nada de malo pasar por tonto, si en verdad lo que uno hace es inteligente”



15 nov 2011

En la parada del camión


Hace unos cuantos días me encontraba en la parada de camiones y como es de costumbre por lo menos en Mexicali no faltan los adictos rehabilitados pidiéndote dinero para su Centro de adicciones, uno de estos hombres, se me acerco y me dio un discurso acerca de porque debería donar dinero a su Centro, mencionando que había mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y todas esas cosas que les dicen a la gente para conmoverlas, yo como todo un buen estudiante de la carrera de psicología me decidí a no reforzar su conducta diciendo: “ahorita no traigo”
Este sujeto dio media vuelta y se marchó balbuceando algo, yo quiero creer que decía “que dios te bendiga” pero eso nunca lo sabré, después en ese preciso momento se me acerco un hombre con una mochila de los rugrats muy maltratada y me dijo: “disculpe que lo moleste, llevo tres días en Mexicali, me deportaron de EUA y he estado buscando jale (trabajo) pero no encuentro, me da mucha pena pedir dinero pero solo me hacen falta cinco pesos para poder agarrar el camión”
La verdad no sé si me engaño y utiliza el mismo discurso para todas las personas, pero hubo algo que me hizo creerle y pues eran tan solo cinco pesos, así que acepte dárselos.
Después de esto el hombre se puso a un lado de mi para esperar el camión, esto me puso un poco incómodo ya que había una ligero pensamiento en mi mente que me decía: “y si te asalta”
Creo que el sujeto se percató de mi incomodidad y se apartó un poco, pasado unos cuantos minutos se voltio hacia mí y me pregunto: ¿le puedo contar una historia?
Esto me sorprendió un poco por dos razones:
Una, me encantan todo tipo de historias como se podrán dar cuenta y más si son para reflexionar, y dos, ¿qué tan probable es que un deportado te cuente una historia de la nada y que esta te mueva? (claro que en ese momento no sabía que esa historia me dejaría reflexionando por un buen rato).
Yo la verdad no soy muy creyente en Dios y esas cosas, pero la historia contada por ese sujeto me gusto demasiado, a pesar de ser religiosa,  me puso a pensar como en ocasiones las personas dejamos cosas que nosotros mismos podemos hacer o por lo menos realizar el intento, a otras personas o algún tipo de poder universal mayor a nuestra existencia, pero ya no diré más, ustedes realicen sus propias conjeturas.
La historia que me narro fue la siguiente:
Un día Jesús con dos de sus discípulos bajaron a la tierra para ver cómo estaban los humanos, después de pasear un rato a lo lejos ven a una persona que estaba empujando una camioneta,
Juan y Pedro le dicen: Maestro vamos, vamos a ver qué es lo que necesita.
Al momento de acercarse los discípulos se dan cuenta que esta persona al estar tratando de sacar su camioneta del lugar de donde estaba atascada, maldecía diciendo:
Chingado porque fregados nunca me ayudan, porque siempre tengo que hacer las cosas solo, porque tengo que estarme chingando, pinche lodo, pinche lluvia, pinche todo!!
El hombre estaba completamente enlodado tratando de sacar su camioneta
Y Jesús les dice a sus discípulos: ayúdenlo
Juan y Pedro sorprendidos le dicen: Señor pero es que ¿no estás viendo cómo se expresa de ti? ¿cómo se expresa de las cosas que tú nos estas dando?
Y Jesús menciona de nuevo: ayúdenlo
Entonces van juan y pedro y ayudan a esta persona a sacar la camioneta de donde estaba atascada.
Aun así, esta persona se fue completamente enojada sin agradecer a estos dos apóstoles (sin saberlo que lo eran) la ayuda que le habían dado.
Siguieron caminando,  Juan y Pedro marchaban muy callados, no habían entendido lo que el maestro trataba de enseñarles, más adelante vieron otra camioneta, en la cual estaba una persona dentro  rezando a dios, pidiéndole que le mandara a sus ángeles para poder sacarlo de esa situación, Juan y Pedro dijeron: Maestro vamos a ayudarle!
Y Jesús les dijo:
No,  que se baje, que se ensucie y luego le ayudamos.

13 nov 2011

La sopa de pato.


Cierto día, un campesino fue a visitar a Nasrudín, atraído por la gran fama de este y deseoso de ver de cerca al hombre más ilustre del país. Le llevo como regalo un magnifico pato. El  Mulá, muy honrado, invito al hombre a cenar y dormir en su casa. Comieron una exquisita sopa preparada con el pato. A la mañana siguiente, el campesino regreso a su campiña, feliz de haber pasado algunas horas con un personaje tan importante.
Algunos días mas tarde, los hijos de este campesino fueron a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa de Nasrudín.
-          Somos los hijos del hombre que le regalo un pato- se presentaron
Fueron recibidos y agasajados con sopa de pato.
Una semana después, dos jóvenes llamaron a la puerta del Mulá.

-          ¿Quiénes son ustedes?  pregunto Nasrudín
-          Somos los vecinos del hombre que le regalo un pato.
El Mulá empezó a lamentar haber aceptado aquel pato. Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invito a sus huéspedes a comer.
A los ocho días, una familia completa pidió hospitalidad al Mulá.
-          Y ustedes ¿Quiénes son?
-          Somos los vecinos de los vecinos del hombre que le regalo un pato.
Entonces el Mulá hizo como si se alegrara y los invito al comedor. Al cabo de un rato, apareció con una enorme sopera llena de agua caliente y lleno cuidadosamente los tazones de sus invitados. Luego de probar el líquido, uno de ellos exclamo:
-          Pero… ¿Qué es esto, noble señor? ¡por Ala que nunca habíamos probado una sopa tan desabrida!
Mulá Nasrudín se limitó a responder:
-          Esta es la sopa de la sopa de la sopa de pato que con gusto les ofrezco a ustedes, los vecinos de los vecinos de los vecinos del hombre que me regalo el pato…

¿Quién es Nasrudín?


En muchas de las historias que les contare encontraremos a  “El Mulá Nasrudín” este es un personaje mítico de la tradición sufí,  Nasrudín es una especie de antihéroe del islam, cuyas historias se utilizaban para ilustrar o introducir las enseñanzas sufíes, en cada historia Nasrudín juega un papel diferente: agricultor, padre, juez, comerciante, sabio, maestro o tonto. Lo maravilloso de estas historias es que cada una hace reflexionar al lector o al oyente.