22 mar 2013

¿Hacer Magia, Entretener, o ser Mago?


Un joven principiante fue a visitar a un viejo mago y le preguntó:
-¿Cuál es la diferencia entre “hacer magia“, “entretener” y “ser Mago“?
 El sabio y viejo Mago le dijo que él estaría más que complacido en enseñarle la diferencia. El Sabio se pasó toda la tarde enseñándole al Joven el juego de los cubiletes (cups and balls), enviándolo a su casa una vez llegada la noche y diciéndole que lo practicara hasta que estuviera listo para presentarlo en público.
 Al atardecer siguiente, el joven volvió a la casa del viejo y sabio mago, y le dijo que había presentado la rutina entera en el mercado esa misma tarde.


-Excelente -dijo el sabio- Por favor, cuéntame cómo era tu audiencia?
Esta pregunta tomó con la guardia baja al Joven Aprendiz borrándole al mismo tiempo la sonrisa de su rostro.
-Bueno, no estoy muy seguro… para ser honesto yo estaba tratando de hacer bien el juego. Estuve practicando el juego toda la noche y logré hacer todos los movimientos perfectos.
-En ese caso te felicito, al ignorar a tu audiencia completamente, has comprendido lo que significa “hacer magia“. Ahora regresa a tu casa, ensaya y actúa cuando te sientas listo.
Al atardecer del día siguiente el joven mago llegó corriendo a la casa del viejo y sabio mago, y entre gritos le contó que esa tarde había presentado el juego de los cubiletes en el mercado, a una audiencia de 27 personas y que los había hecho reír  sin parar y se había aprendido los nombres de todos ellos.
-Excelente -dijo el viejo Mago- Por favor, cuéntame si todos tus pases fueron bien ejecutados y tu misdirection fue lo suficientemente convincente como para poder cargar la fruta del gran final.
El joven aprendiz, quien estaba totalmente seguro de sí mismo bajo sus hombros e inclino su mentón.
-La verdad que no lo sé… los cubiletes no paraban de caerse al suelo, las cargas se caían de mis bolsillos al sacarlas y es más, tuve que convencerlos de que no había robado la fruta… pero ellos reían y se divertían… señor… inclusive puedo decirle el nombre de cada uno de mis espectadores.


-Felicitaciones joven aprendiz -respondió el viejo Mago- Al ignorar tu técnica ahora has aprendido a “entretener”.
El viejo Mago continuó hablando.
-Ahora sabes que al concentrarte sólo en tu técnica y en no errar un pase, tu pudiste olvidarte completamente de tu audiencia hasta que nadie mirara tus manos excepto tú. Y también sabes que al concentrarte en tu audiencia y perderte en ella has perdido el control del juego y al mismo tiempo perdiste La Magia.
El joven aprendiz comprendió los errores cometidos. Levantó su mentón y miró al sabio y viejo Mago diciéndole
-Ahora comienzo a ver la diferencia señor.
-Muy Bien -respondió el viejo Mago- Ahora comprendes que ser un Mago significa estar siempre en control, estando atento tanto a las técnicas como a la audiencia. Ahora tú comprendes la diferencia entre “Hacer Magia” y “Entretener”.
Y lo más importante, ahora ya sabes que sólo cuando las dos se combinan tú te conviertes en Mago.

11 mar 2013

La Leyenda del Mago Oriental


Narra la leyenda que un viejo mago oriental perdió su brazo derecho en plena fama. Sufrió mucho... con el había deleitado a miles y miles de niños y de grandes. Un día, maldijo a los dioses del azar; Y fue condenado. 

Fue condenado a vivir en una mazmorra que solo podía abrirse con su mano derecha…pasó años muy crueles. Pero un día, imprevistamente se abrió la puerta. Salió llorando de alegría pensando que por fin había sido perdonado; pero quedó paralizado al ver que del picaporte de la puerta, colgaba allí su mano.
Ella, su mano perdida , había venido a rescatarlo.