“Denme un punto de apoyo y moveré el mundo”
27 dic 2011
23 dic 2011
Eureka, eureka!!
En el 2008 cuando me encontraba
cursando sexto semestre de preparatoria y con mi graduación encima, realice mi último examen de Física Aplicada la cual
era impartida por el Mtro. Gándara, dicho Profesor tenia fama de ser muy estricto,
cosa que nos demostró todo el semestre (un saludo al Mtro. si esta leyendo esto),
recuerdo que el día del examen todos mis compañeros incluyéndome nos encontrábamos
demasiado nerviosos, tengo la imagen en mi mente del Mtro. pidiendo que
guardemos todo y que dejemos únicamente un lápiz y un borrador sobre el mesabanco,
repartiendo un puñado de exámenes boca abajo al primero de cada fila, parándose
enfrente del salón y mencionando el cuan importante era dicho examen para
nosotros.
En aquel preciso momento, antes de
que el Profesor pidiera al primero de cada fila repartir los exámenes para atrás,
este se detuvo y comenzó a narrarnos una historia, mejor dicho, una anécdota sobre
Arquímedes:
Cuenta la leyenda que un rey muy poderoso ordenó la fabricación de una
nueva corona con forma de corona triunfal, y le pidió a Arquímedes determinar
si la corona estaba hecha sólo de oro o si, por el contrario, un orfebre
deshonesto le había agregado plata en su realización. Arquímedes tenía que
resolver el problema sin dañar la corona, así que no podía fundirla y convertirla
en un cuerpo regular para calcular su masa y volumen, y partir de ahí, su
densidad.
Un día mientras Arquímedes tomaba
un baño, notó que el nivel de agua subía en la bañera cuando entraba, y así se
dio cuenta de que ese efecto podría ser usado para determinar el volumen de la
corona. Debido a que el agua no se puede comprimir, la corona, al ser
sumergida, desplazaría una cantidad de agua igual a su propio volumen. Al
dividir el peso de la corona por el volumen de agua desplazada se podría
obtener la densidad de la corona. La densidad de la corona sería menor que la
densidad del oro si otros metales menos densos le hubieran sido añadidos.
Cuando Arquímedes, durante el baño, se dio cuenta del descubrimiento, se dice
que salió corriendo desnudo por las calles, y que estaba tan emocionado por su
hallazgo que olvidó vestirse. Según el relato, en la calle gritaba "¡Eureka!"
(Que en griego significa: "¡Lo he encontrado!").
De esta manera, mencionaba el
Mtro., fue que se descubrió “el principio de Arquímedes”
Hasta este momento no he
descubierto cual fue la razón principal del profesor por la cual nos contó
aquella anécdota, tal vez fue solo para distraernos y relajarnos un poco, o quizás
fue para demostrarnos que los grandes descubrimientos de la física se han dado
por pura serendipia y por mas difícil que estuviera el examen o por mas que hubiéramos
estudiado, solo sabríamos mucho de casi nada como diría mi amigo Forrest Gump (Por cierto, obtuve un 80 en ese
examen, que para mi equivaldría a un 100 con otros maestros).
30 nov 2011
Para pensar: Viktor Frankl
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor,
siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”
El mejor ginecólogo.
Una mujer muy asustada llega al
consultorio de su ginecólogo y le dice:
- Doctor: por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio. Mi bebé aún no
cumple un año y ya estoy de nuevo embarazada. No quiero tener hijos en tan poco
tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro...
El médico entonces le preguntó:
- Muy bien entonces, ¿Qué quiere que yo haga?
Ella respondió: - Deseo interrumpir mi embarazo y quiero
contar con su ayuda.
El médico se quedó pensando un poco
y después de algún tiempo de silencio le dice a la mujer:
- Creo que tengo un método para solucionar el problema y es menos
peligroso para usted.
La mujer sonrió, pensando que el
médico aceptaría ayudarla. El siguió hablando:
- Vea bien señora, para no tener que estar con dos bebés a la vez en tan
corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que está en sus brazos. Así
usted podrá tener un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca. Si vamos
a matar, no hay diferencia entre uno y otro. Y hasta es más fácil sacrificar a
éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún
riesgo.
La mujer se asustó y dijo: - ¡No doctor! ¡Qué horror! ¡Matar a un niño
es un crimen!
- También pienso lo mismo señora, pero me pareció usted tan convencida de
eso, que por un momento pensé en ayudarla.
El médico sonrió al ver que la
lección había surtido efecto. Convenció a la madre que no hay menor diferencia
entre un niño que ya nació y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en
el seno materno. ¡EL CRIMEN ES EL MISMO!
28 nov 2011
El sabio del pueblo.
El era un sabio bien sabio. Todo el pueblo lo buscaba, con sus penas y
problemas, con sus angustias y deseos, con sus dudas y preguntas. El siempre tenía una respuesta o una palabra
de consuelo, porque era buen observador y sabía escuchar como ninguno.
Ella era la niña más traviesa de la
comarca, lista para bromas y trampas, presente en cada pleito callejero e
incansable para hacer sus diabluras.
Un día decidió enfrentarse al
sabio. Se dijo: “Voy a coger a un
pajarito del nido que he descubierto allá en el roble más vetusto y llevárselo
entre mis manos. A la pregunta “Qué
tengo en mis manos?” seguramente contestará “Un pajarito”, pero le voy a hacer
una segunda pregunta ¿Está muerto o está vivo?.
Si el sabio contesta “está muerto”, abriré mis manos para enseñar el
pájaro vivo. Si me dice “está vivo”,
aplastaré al pajarito antes de abrir mis manos.
De cualquier manera él se va a equivocar”. Parecía un plan impecable y luego lo llevó a
la práctica. Un poco más tarde se
presentó ante el sabio con las mejillas rojizas, la ropa manchada de musgo y un
pajarito asustado entre las manos.
“Dime, sabio, qué tengo en mis manos”. Directamente a lo que iba.
“Bueno, niña, un pajarito
asustado”.
La respuesta esperada.
“Muy bien, hombre sabio, pero dime, por favor: ¿Está vivo o muerto?. La niña no pudo evitar el brillo de triunfo
en sus ojos, ni la tensión en las manos.
El hombre se quedó viendo a la niña
con una mirada triste y dijo suavemente:
“La respuesta está en tus manos”
23 nov 2011
Gratitud...
Hace tentativamente un mes, me levante pensando en que sería un día común
y corriente, me desperté, me bañe y me arregle para ir a la escuela como
acostumbro hacerlo todos los días, entre a mis clases, platique con mis amigos
y todo marchaba como de costumbre, al finalizar mi horario de servicios en el
centro en que laboro (por así decirlo), se acerca a mí caminando lentamente una
chica sumamente sensual, con una sonrisa que hipnotizaba y una mirada que me erizaba, ella
tomo asiento junto a mí y comienzo a entablar conversación con una compañera
acerca de una situación la cual no recuerdo con exactitud ya que su perfume
desviaba mi atención, solo recuerdo que intervine en la plática para llamar su
atención, después de un rato, terminamos conversando ella y yo de varias cosas
de la vida, trascurrido varios minutos se levantó diciéndome que tenía que
marcharse a su clase, en el momento en que la vi partir, sentí un impulso de
jalarla hacia mí, pero las piernas no me reaccionaban, así que lo único que se
me ocurrió decirle en ese momento fue:
Hey el próximo fin de semana saldremos, ok!!
Ella me miro con una cara de
rareza, más sin embargo acepto, a partir de ese día ella y yo comenzamos a
construir una historia juntos, actualmente somos novios, hoy me pongo a pensar que ese día no fue nada
común ni corriente, al contrario fue uno de los días mas especiales de mi vida,
además aprendí una lección, aprendí que ningún día es “común y corriente”,
aprendí que cada día puede sorprenderte y en cada uno hay algo especial, solo
hay que tener puestos los anteojos indicados para verlo, eso me recuerda una
anécdota de mi amigo Nasrudín, la
historia va más o menos así:
Cierto día, mientras Nasrudín trabajaba
en su granja, una espina penetro su sandalia alcanzando a dañar el pie.
Increíblemente él dijo: “¡Gracias dios mío, gracias!” y prosiguió:
“¡Es una bendición que el día de hoy
no trajera puestas mis sandalias nuevas!”
21 nov 2011
¿Crees en las hadas?
Hace poco me encontraba navegando
por Internet y me topé con la maravillosa
historia de dos niñas fantásticas (con todo el sentido de la palabra), Elsie Wright de 16 años y su prima Frances
Griffith de tan solo 10, estas niñas fotografiaron hadas una tarde de julio de
1918, la historia va más o menos así.
Una tarde de julio de 1918, Elsie y
su prima Frances, dijeron haber fotografiado hadas en el fondo de su jardín.
Elsie pidió prestada a su padre la cámara
fotográfica, ya que deseaba hacerse unas fotografías con su prima Frances junto
al arroyo que había en el fondo del jardín. Quería enviárselas a una prima suya
y el señor Arthur Wright, padre de Elsie, se la dejó, con la condición de que
no se la estropearan.
Las niñas se marcharon muy
contentas y cuando regresaron, algunas horas después, se la devolvieron intacta
pero con unas cuantas impresiones marcadas en las placas.
Nada parecía indicar que las
muchachas hubiesen hecho algo que no fuera jugar y divertirse como de
costumbre. En la noche, el señor Wright se dedicó a revelar las fotografías y
descubrió que en los clisés aparecían unas extrañas manchas blancas que se
anteponían al rostro de Frances. Cuando le preguntó a Elsie qué creía que podía
ser, ésta aseguró que eran sus amigas las hadas, el Sr. Wright se rió con la
ocurrencia y las arrinconó pensando que las manchas podrían ser hojas o papeles
arrastrados por el viento.
Transcurrido unos días, ya en el
mes de agosto, la cámara fotográfica volvió a manos de las niñas y de nuevo el
señor Wright se sorprendió al encontrar otra mancha blanca en el clisé. En esta
ocasión, se veía a Elsie junto a lo que parecía ser un duende. Convencido de
que las niñas pretendían tomarle el pelo, les prohibió volver a hacer uso de la
cámara.
Con el tiempo, la historia de las
fotografías de las hadas pasó al olvido, hasta que un día, al verano siguiente,
la señora Polly Wright, muy aficionada al ocultismo, asistió a una reunión de
la Sociedad Teosófica de Bradford, en la que, precisamente, se estaba
debatiendo la existencia de las hadas.
Polly, recordó entonces las
extrañas fotografías de su hija y sobrina, y lo comentó ante algunos asistentes
que pronto tomaron interés en verlas.
En el Congreso de teosofía que se
celebró poco después, dos de aquellas fotografías de hadas fueron pasando de
mano hasta que Edward Gardner, uno de sus miembros más destacados, las
consideró de vital importancia y llevó a la prensa para su publicación.
A la sazón, Gardner, que veía en el
revelado de Arthur Wright poca calidad, creyó conveniente sacar nuevos
negativos de los originales, y se los llevó al fotógrafo Fred Barlow, para que
hiciera de ellas copias más claras y limpias.
Sir Arthur Conan Doyle, padre del
famoso personaje de ficción, Sherlock Holmes, tomó interés en hacerse con las
fotos y tras conseguirlas, escribió un artículo en el Strand Magazine, tratando
el asunto de las hadas. La discusión, había comenzado en las calles.
Al principio, sir Conan Doyle,
desconfiaba de las fotografías y por ello se las enseñó a sir Oliver Lodge,
gran autoridad en las investigaciones psíquicas En Gran Bretaña, que las
consideró un truco. Para él, aquellas figuras no eran más que “bailarinas
vestidas de hadas.
Uno de los argumentos de los
investigadores que tuvieron acceso a las fotos, y que negaban que pudieran ser
ciertas, era el extraordinario parecido que tenía el peinado de las supuestas
hadas con las modas parisinas del momento.
Sin embargo, para aquellos que las
consideraban auténticas, el hecho de que las figuras aparecieran movidas,
demostraban que las criaturas estaban vivas en el momento en el que se
impresionaron en el clisé.
La empresa de fotografías, Kodak,
decía que los clisés habían sido retocados por un hábil falsificador, pero para
Conan Doyle, que visitó a la familia Wright, ya no cabía duda de que eran
ciertas, a tenor de lo respetable y honesto que le habían parecido los señores
Wright. Entre defensores y detractores, la balanza se inclinó a favor de los
primeros y la prueba de la existencia de los “espíritus de la naturaleza”,
quedaba demostrada con estas fotos.
Pero los detractores seguían siendo
muchos y por eso Gardner entregó a las niñas, en agosto de 1921, unas cámaras
fotográficas, con sus placas correspondientes, con la que realizar nuevas
impresiones de las hadas. Elsie y Frances recibieron del teósofo un cursillo
completo sobre profundidad de campo y tiempo de exposición, y la caza de
elementales volvió a empezar. Pero lo que las niñas no sabían, era que las
placas tenían marcas secretas, que impedirían cualquier truco o sustitución.
A los pocos días, Gardner recibió
una carta de la señora Polly Wright, en la que decía: “El tiempo estuvo nublado
y brumoso toda la mañana y no pudieron tomar fotos hasta la tarde, cuando se
disipó la niebla y salió el sol. Así que las dejé y fui a tomar el té con mi
hermana. Cuando volví quedé bastante desilusionada: sólo habían podido
fotografiar a dos hadas”.
Las fotografías fueron de nuevo
publicadas en el Strand Magazine, y la polémica volvió a reabrirse. Muchos
afirmaban que las fotos no podían ser ciertas pues en ellas se veía a la “gente
menuda” con un vestuario demasiado estereotipado. Gardner, en cambio, les
replicó diciendo que las hadas de la tradición y las hadas observadas mediante
la clarividencia aparecían siempre con las mismas vestiduras. “Lo sorprendente
–Afirmaba- Sería que fueran diferentes”.
En una entrevista concedida a la
BBC-TV, en 1971, Elsie, ya una anciana, declaró que las fotografías eran
auténticas aunque ella no podía afirmar sobre la Biblia que las hadas
estuvieran realmente allí, pero a principios de los años ochenta, el editor del
periódico The British Journal of Photography, Geoffrey Crawley, publicó un
artículo en el cual se afirmaba que Elsie y Frances habían confesado finalmente
al periodista Joe Cooper, que al menos cuatro de las fotografías habían sido
trucadas.
Muchos defensores de las fotos,
afirmaron que esta declaración fue debida a que las dos mujeres habían recibido
demasiadas presiones de la gente durante mucho tiempo, y que ese fue el motivo
de la negación.
La verdad es un caso muy
interesante, que me deja mucho que pensar, ya que falsas o no, no podemos negar
que al leer esta historia por más escépticos que podamos ser, hay algo que nos
mueve y nos hace de cierta manera creer.
La imaginación de estas niñas
sobrepaso fronteras, las fotos han dado vueltas por todo el mundo, miles y
miles de personas han visto y juzgado dichas imágenes, esto nos pone en tela de
juicio en que si necesitamos ver para creer o creer para poder ver, esto me
recuerda una historia contada por mi maestro asesor, sobre unas carabelas, pero
esa es otra historia que después contare.
Pese a lo que se diga al respecto
de estas fotos y de las niñas, si ellas llegaran conmigo y me dijeran que han
visto hadas, yo les creería.
19 nov 2011
Para pensar...
“Si la mente puede ir más rápido que la velocidad de la luz y
la velocidad del pensamiento es mucho más ágil, entonces una idea puede pasar
las barreras del tiempo y el espacio”
18 nov 2011
Nasrudín siempre elije mal.
Todos los días Nasrudín iba a mendigar al mercado, y a la
gente le encantaba verlo hacer el papel de tonto con el siguiente truco: le
mostraban dos monedas, una que valía diez veces más que la otra. Nasrudín
siempre elegía la de menor valor.
La historia corrió por el condado. Día tras día, grupos de
hombres y mujeres le mostraban las dos monedas, y Nasrudín siempre se quedaba
con la de menor valor.
Hasta que apareció un señor generoso, cansado de ver cómo
ridiculizaban a Nasrudín de esa manera. Lo llamó a un rincón de la plaza y le
dijo:
- Cuando le
ofrezcan dos monedas, elija la de mayor valor. Así tendrá más dinero, y los
demás no lo considerarán un idiota.
- El señor
parece tener razón -respondió Nasrudín. -Pero si yo eligiera la moneda más valiosa, las personas dejarían de
ofrecerme dinero para demostrar que soy más idiota que ellas. Usted no sabe
cuánto dinero tengo reunido, usando este truco.
“No tiene nada de malo pasar por tonto, si en verdad lo que uno hace es
inteligente”
15 nov 2011
En la parada del camión
Hace unos cuantos días me
encontraba en la parada de camiones y como es de costumbre por lo menos en
Mexicali no faltan los adictos rehabilitados pidiéndote dinero para su Centro
de adicciones, uno de estos hombres, se me acerco y me dio un discurso acerca
de porque debería donar dinero a su Centro, mencionando que había mujeres
embarazadas, personas de la tercera edad y todas esas cosas que les dicen a la
gente para conmoverlas, yo como todo un buen estudiante de la carrera de psicología
me decidí a no reforzar su conducta diciendo: “ahorita no traigo”
Este sujeto dio media vuelta y se marchó
balbuceando algo, yo quiero creer que decía “que dios te bendiga” pero eso
nunca lo sabré, después en ese preciso momento se me acerco un hombre con una
mochila de los rugrats muy maltratada y me dijo: “disculpe que lo moleste, llevo
tres días en Mexicali, me deportaron de EUA y he estado buscando jale (trabajo)
pero no encuentro, me da mucha pena pedir dinero pero solo me hacen falta cinco
pesos para poder agarrar el camión”
La verdad no sé si me engaño y
utiliza el mismo discurso para todas las personas, pero hubo algo que me hizo creerle
y pues eran tan solo cinco pesos, así que acepte dárselos.
Después de esto el hombre se puso a
un lado de mi para esperar el camión, esto me puso un poco incómodo ya que había
una ligero pensamiento en mi mente que me decía: “y si te asalta”
Creo que el sujeto se percató de mi
incomodidad y se apartó un poco, pasado unos cuantos minutos se voltio hacia mí
y me pregunto: ¿le puedo contar una historia?
Esto me sorprendió un poco por dos
razones:
Una, me encantan todo tipo de
historias como se podrán dar cuenta y más si son para reflexionar, y dos, ¿qué
tan probable es que un deportado te cuente una historia de la nada y que esta
te mueva? (claro que en ese momento no sabía que esa historia me dejaría reflexionando
por un buen rato).
Yo la verdad no soy muy creyente en
Dios y esas cosas, pero la historia contada por ese sujeto me gusto demasiado, a
pesar de ser religiosa, me puso a pensar
como en ocasiones las personas dejamos cosas que nosotros mismos podemos hacer
o por lo menos realizar el intento, a otras personas o algún tipo de poder
universal mayor a nuestra existencia, pero ya no diré más, ustedes realicen sus
propias conjeturas.
La historia que me narro fue la
siguiente:
Un día Jesús con dos de sus
discípulos bajaron a la tierra para ver cómo estaban los humanos, después de
pasear un rato a lo lejos ven a una persona que estaba empujando una camioneta,
Juan y Pedro le dicen: Maestro vamos, vamos a ver qué es lo que
necesita.
Al momento de acercarse los
discípulos se dan cuenta que esta persona al estar tratando de sacar su
camioneta del lugar de donde estaba atascada, maldecía diciendo:
Chingado porque fregados nunca me ayudan, porque siempre tengo que hacer
las cosas solo, porque tengo que estarme chingando, pinche lodo, pinche lluvia,
pinche todo!!
El hombre estaba completamente
enlodado tratando de sacar su camioneta
Y Jesús les dice a sus discípulos: ayúdenlo
Juan y Pedro sorprendidos le dicen:
Señor pero es que ¿no estás viendo cómo
se expresa de ti? ¿cómo se expresa de las cosas que tú nos estas dando?
Y Jesús menciona de nuevo: ayúdenlo
Entonces van juan y pedro y ayudan
a esta persona a sacar la camioneta de donde estaba atascada.
Aun así, esta persona se fue
completamente enojada sin agradecer a estos dos apóstoles (sin saberlo que lo
eran) la ayuda que le habían dado.
Siguieron caminando, Juan y Pedro marchaban muy callados, no
habían entendido lo que el maestro trataba de enseñarles, más adelante vieron
otra camioneta, en la cual estaba una persona dentro rezando a dios, pidiéndole que le mandara a sus
ángeles para poder sacarlo de esa situación, Juan y Pedro dijeron: Maestro vamos a ayudarle!
Y Jesús les dijo:
No,
que se baje, que se ensucie y luego le ayudamos.
13 nov 2011
La sopa de pato.
Cierto día, un campesino fue a
visitar a Nasrudín, atraído por la gran fama de este y deseoso de ver de cerca
al hombre más ilustre del país. Le llevo como regalo un magnifico pato. El Mulá, muy honrado, invito al hombre a cenar y
dormir en su casa. Comieron una exquisita sopa preparada con el pato. A la
mañana siguiente, el campesino regreso a su campiña, feliz de haber pasado
algunas horas con un personaje tan importante.
Algunos días mas tarde, los hijos
de este campesino fueron a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa de Nasrudín.
-
Somos los
hijos del hombre que le regalo un pato- se presentaron
Fueron recibidos y agasajados con
sopa de pato.
Una semana después, dos jóvenes llamaron
a la puerta del Mulá.
-
¿Quiénes
son ustedes? pregunto Nasrudín
-
Somos los
vecinos del hombre que le regalo un pato.
El Mulá empezó a lamentar haber
aceptado aquel pato. Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invito a sus huéspedes
a comer.
A los ocho días, una familia
completa pidió hospitalidad al Mulá.
-
Y ustedes ¿Quiénes
son?
-
Somos los
vecinos de los vecinos del hombre que le regalo un pato.
Entonces el Mulá hizo como si se
alegrara y los invito al comedor. Al cabo de un rato, apareció con una enorme
sopera llena de agua caliente y lleno cuidadosamente los tazones de sus
invitados. Luego de probar el líquido, uno de ellos exclamo:
-
Pero… ¿Qué es
esto, noble señor? ¡por Ala que nunca habíamos probado una sopa tan desabrida!
Mulá Nasrudín se limitó a
responder:
¿Quién es Nasrudín?
En muchas de las historias que
les contare encontraremos a “El Mulá Nasrudín” este es un personaje
mítico de la tradición sufí, Nasrudín es
una especie de antihéroe del islam, cuyas historias se utilizaban para ilustrar
o introducir las enseñanzas sufíes, en cada historia Nasrudín juega un papel
diferente: agricultor, padre, juez, comerciante, sabio, maestro o tonto. Lo maravilloso
de estas historias es que cada una hace reflexionar al lector o al oyente.
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